miércoles, 30 de marzo de 2011

EL TIEMPO 2

La evolución de la temporalidad en los niños consta de diferentes etapas:

De 0 a 2 años: En esta etapa la percepción temporal está asociada a las necesidades biológicas. El bebé toma conciencia de las nociones básicas de mañana, tarde o noche en función de sus tiempos de sueño o alimentación.

Enseñar las horas a los niños

De 2 a 6 años: En esta etapa el chico comienza a tomar conciencia de las nociones de velocidad, iniciando la clasificación de los acontecimientos en orden de sucesión.

Desde los 5 o 6 años: A partir de este momento, y una vez adquiridos los conocimientos básicos de “orden” temporal, se debe empezar a trabajar sobre la “duración” para que el niño aprenda las unidades convencionales de tiempo.

Para ello podemos utilizar las siguientes actividades:

Enseñar las partes del día: Para enseñar estos conceptos podemos utilizar elementos característicos de cada una de estas etapas del día. Por ejemplo, el sol en el día, la luna y las estrellas en la noche. También podemos asociar actividades que se realizan en el día con este momento de la jornada, y asociar actividades que se realizan por la noche para enseñar este momento del día. Estas actividades le ayudarán a los niños a comprender mejor cada uno de los conceptos.

Antes-ahora-después: Estos conceptos pueden ser enseñados mostrándoles un álbum de fotos donde puedan observar cómo eran ellos antes y como son ahora. Como eran antes sus padres, y como son ahora. También podemos proponerles nombrar cosas que se deban hacer antes y después de determinada actividad.

Ayer-hoy-mañana: Para estos conceptos podemos utilizar un sencillo juego. Dividiremos una cartulina en tres partes (ayer-hoy-mañana) y le pediremos a los más chicos que dibujen, cada día, sus actividades en cada periodo para que se fijen en la correlación que hay entre los tres. Preguntarles constantemente que han hecho ayer y que han hecho hoy también colabora para que el niño comience a afianzar los conceptos.

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